Prepara un café y quédate conmigo porque hoy vamos a adentrarnos en el maravilloso mundo del exfoliante facial.
Si aún no lo utilizas, te preguntas para qué sirve o qué beneficios puedes sacar de este tipo de productos, has aterrizado en el lugar correcto porque me propongo resolver todas tus dudas.
Empezar a explorar el mundo del exfoliante facial es abrir la puerta a un tesoro de beneficios para tu piel.
Incorporar este paso en nuestra rutina de cuidado de la piel no es solo un acto de amor propio, sino también una práctica que puede marcar la diferencia entre una piel apagada y una piel radiante, todo gracias a sus mágicos efectos y, por supuesto, a los ingredientes naturales que muchos de estos exfoliantes llevan.
La renovación celular de la piel
Antes de nada tienes que saber esto: nuestra piel se está renovando continuamente (o al menos, eso sería lo ideal…)
👉 Las células de la piel nacen en las capas más profundas de la piel, y van pasando por diferentes etapas hacia las capas más externas, donde mueren y se eliminan naturalmente para dar paso a las nuevas, en un ciclo vital infinito que dura aproximadamente un mes.
Este ciclo vital, en la juventud se desarrolla perfectamente y por eso en esta etapa la piel es más luminosa, tiene más vida.
Pero con los años, el ciclo vital de la piel se hace más lento. Debido no sólo a la edad, sino también a otros factores como el tabaco, la radiación solar, la contaminación o el estrés…
Cuando la renovación celular de la piel no se hace correctamente, aparecen signos de fatiga, falta de luz, sequedad y envejecimiento prematuro de la piel.
Aquí es donde entra en juego una técnica que nos ayuda a eliminar las células muertas y estimular la renovación de la piel: la exfoliación.
¿Qué es un exfoliante facial?
👉 El exfoliante facial es un producto cosmético que se utiliza para eliminar las capas de células muertas que se depositan sobre la superficie de la piel.
La aplicación de un exfoliante facial consigue eliminar las células muertas y las impurezas de la piel, consiguiendo una limpieza profunda de toda la superficie y estimulando el proceso natural de renovación de la piel.
Por eso, la aplicación de un exfoliante facial con cierta frecuencia tiene múltiples beneficios, no sólo para aumentar la belleza y la juventud de la piel, sino también para conseguir una piel más sana.
Exfoliante facial y sus beneficios para tu piel
1. Mejora de la textura de la piel
Al incorporar el exfoliante facial en nuestra rutina, sentimos que nuestra piel se transforma, que está más suave y lisa.
Esto se debe a que la eliminación de células muertas y otros tipos de suciedad que taponan los poros, hace que la piel respire mejor y la superficie esté lisa y uniforme, sin granitos ni rugosidades.
Este extra de limpieza también consigue reducir el tamaño de los poros abiertos o dilatados, mejorando mucho el aspecto de las pieles grasas y también maduras.
2. Aumento de la luminosidad
La luminosidad de la piel depende en gran parte de lo lisa que sea su superficie. Una superficie lisa y uniforme, hace que la luz pueda reflejarse en todas direcciones, y eso hace que la piel esté radiante.
La exfoliación frecuente consigue que la piel esté lisa y además mejora la circulación sanguínea en las capas más externas, por eso uno de los beneficios más notables al usar un exfoliante facial es el aumento de la luminosidad de la piel
3.- Mejora la eficacia de cualquier tratamiento posterior
Al reducir el espesor del estrato córneo, con la exfoliación consigues que los activos de los cosméticos puedan penetrar mejor en tu piel.
Por lo tanto, la exfoliación es un tratamiento complementario a cualquier otro: antiedad, antiacné, etc.
Tipos de exfoliante facial
✅Exfoliantes físicos
Los exfoliantes físicos, también conocidos como mecánicos, utilizan micropartículas (partículas muy, pero que muy pequeñas) para realizar una exfoliación manual sobre la piel húmeda.
Los exfoliantes físicos lo que hacen es eliminar las células muertas por arrastre con gránulos de tamaño muy fino.
👉 Los que se usan para el rostro deberían de contener gránulos de tamaño menor a 500 micras, ya que partículas mayores pueden causar irritación.
- Los exfoliantes físicos pueden ser a base de vegetales, como polvo de hueso de albaricoque, polvo de pepitas de uvas, polvo de bambú, etc.
- También pueden ser sintéticos, en cuyo caso suelen ser plásticos como por ejemplo las esferas de polietieno, y están totalmente prohibidos en cosmética natural, ya que contaminan los océanos como microplásticos.
Es muy importante que sepas que estos exfoliantes físicos tienen que tener muy controlado tanto el tamaño de partícula como su forma. No sólo tienen que ser partículas muy pequeñas, también tienen que tener bordes redondeados para que no puedan dañar o irritar la piel.
👉 Por ello, no deberías nunca realizar exfoliación de tu piel con materiales caseros como el azúcar, la sal, cáscaras de huevo, etc.
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✅ Exfoliantes químicos
Los exfoliantes químicos actúan descomponiendo el “pegamento” intercelular que mantiene unidas las células de la piel. Eliminado el pegamento entre ellas, las células muertas se desprenden fácilmente dejando paso a las nuevas capas.
👉 Estos productos suelen contener ingredientes ácidos como los alfahidroxiácidos (ácido láctico, ácido glicólico) y beta hidroxiácidos (ácido salicílico), que facilitan la eliminación de células muertas y promueven la renovación celular.
Este tipo de exfoliantes es particularmente efectivo para tratar problemas como la hiperpigmentación, líneas de expresión y daños causados por el sol.
El grado de exfoliación depende mucho de las concentraciones a las que se utilicen estos ácidos, desde exfoliación superficial hasta exfoliaciones muy profundas que sólo deben ser llevadas a cabo por un profesional médico.
La utilización de exfoliantes químicos como tal puede dar lugar a mayor irritación y efectos adversos.
👉 IMPORTANTE: Actualmente disponemos de ingredientes vegetales ideales para realizar una exfoliación química más suave y natural, como son los exfoliantes enzimáticos a base de enzimas como la papaína (de la papaya) y la bromelina (de la piña), así como extractos frutales naturales ricos en alfahidroxiácidos.
Este tipo de ingredientes naturales te permiten realizar la exfoliación facial química más frecuente y con menor riesgo de irritaciones.
Cómo elegir el exfoliante facial adecuado
1. En función de tu tipo de piel
Identificar tu tipo de piel es el primer paso antes de elegir el exfoliante más adecuado.
👉 Si no tienes la piel sensible, puedes utilizar exfoliantes tanto físicos como químicos.
Con los exfoliantes químicos tradicionales como el ácido láctico, glicólico, salicíico, etc… hay que tener precaución porque su uso continuado a veces produce como efecto indeseado fragilización de capilares y aparición de cuperosis, así como problemas de hipersensibilización.
👉 Si tienes la piel sensible, opta por exfoliantes físicos de tamaño de partícula muy pequeño (100 micras o menor) para minimizar el riesgo de irritaciones.
Actualmente hay exfoliantes químicos a base de ingredientes naturales como las enzimas vegetales y alfahidroxiácidos frutales, que pueden utilizar todo tipo de pieles, incluso pieles sensibles.
2.- Frecuencia de uso del exfoliante facial
La efectividad del tratamiento exfoliante depende mas de la frecuencia o regularidad con la que se realiza que de la intensidad de la exfoliación en sí.
Entonces, siempre que tu exfoliante sea suave y respetuoso con tu piel, y que no te produzca irritación o rojeces excesivas cuando te lo aplicas, la frecuencia de utilización dependerá de tu tipo de piel.
👉 De forma general, se recomienda:
- Piel seca: exfoliación una vez cada dos semanas.
- Piel normal y mixta: semanal
- Piel grasa: dos veces por semana.
Piel sensible: ocasionalmente (por ejemplo una vez al mes), y con productos específicos para piel sensible.
También existen en el mercado productos renovadores a base de ingredientes naturales y que se pueden utilizar a diario.
En todo caso, respeta siempre las indicaciones de uso y frecuencia de uso recomendadas por el fabricante.
Pasos para una correcta exfoliación facial
1️⃣ Limpieza previa
Antes de comenzar a exfoliar, es importantísimo limpiar bien la cara para eliminar cualquier impureza o residuo de maquillaje.
Este paso no solo mejora la eficacia del exfoliante sino que también previene la irritación durante el proceso de exfoliación.
Limpia tu rostro con un producto adecuado a tu tipo de piel.
2️⃣ Aplicación adecuada del exfoliante facial
Una vez la piel esté limpia y ligeramente húmeda, aplica el exfoliante en tu rostro con suaves masajes circulares y sin ejercer demasiada presión. Siempre en movimientos hacia arriba, para evitar dañar la piel. Esta técnica ayuda a eliminar las células muertas de manera efectiva y estimula la circulación en el rostro.
👉 Evita las zonas mas sensibles, como contorno de ojos, y piel alrededor de los labios. Incide especialmente en las zonas mas grasas o que acumulan mas suciedad y células muertas: frente, nariz y barbilla.
3️⃣ Hidratación post-exfoliación
Después de exfoliar, es fundamental cerrar los poros con agua fría y aplicar una crema hidratante que se adecúe a tu tipo de piel.
Los tratamientos que te apliques después de la exfoliación serán muy bien recibidos por la piel, y su penetración se verá favorecida.
👉 Aplicar productos que contengan ingredientes calmantes y reparadores, como la vitamina E o el ácido hialurónico, puede ayudar a mantener la piel hidratada y protegida después del proceso de exfoliación.
Tónico exfoliante facial AGUA FLORAL de Máyikas
Este tónico a base de alfahidroxiácidos que proceden de extractos frutales, lleva agentes exfoliantes tan suaves que puedes utilizarlo todos los días.
Su efecto consiste en estimular la renovación natural de la piel, no en realizar una exfoliación profunda.
Sus extractos frutales de arándano, naranja, limón, caña de azúcar y arce, renuevan la piel cada día para que consigas luminosidad uniformidad y suavidad en una piel siempre renovada.
Mascarilla Facial Hidratante con efecto tensor de Máyikas
Esta mascarilla con efectos hidratantes, exfoliantes y tensores, es mi top 💯de la exfoliación facial.
En este caso, el exfoliante utilizado es físico, polvo de pepita de uva de un tamaño de partícula de 50 micras, tan pequeño que no irrita la piel y pueden usarla incluso las pieles más sensibles.
Después de aplicarla y mantenerla en el rostro durante 30 minutos, al retirarla realizamos movimientos circulares siempre hacia arriba para ayudar y potenciar la exfoliación facial.
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